"El Auditorio de la UNPA-UARG 'Enfermeras de Malvinas' condensa la lucha por la igualdad de género"

La inauguración el pasado jueves de un auditorio con el nombre 'Enfermeras de Malvinas' en la Unidad Académica Río Gallegos permitió realizar un justo homenaje a un grupo de mujeres que luego de su heroica participación en el conflicto de 1982 debió luchar contra la invisibilización y el olvido; poner un ladrillo más en la necesaria tarea de 'malvinizar' a las nuevas generaciones; realzar la formación en “una de las más nobles profesiones” y resignificar un espacio con una carga histórica ineludible para todos los patagónicos. Pero, por sobre todas las cosas, brindó la posibilidad de afianzar la coherencia de una institución que emprendió un camino irrenunciable en materia de políticas referidas a la cuestión de género.

Políticas que de manera subterránea y a partir de una suma de voluntades individuales y de la participación activa de distintos grupos y colectivos fueron ganando la agenda pública e institucional y que hoy encuentran sus emergentes en las capacitaciones derivadas de la adhesión de la universidad a la Ley Micaela; en la implementación del Protocolo de Actuación Institucional ante Situaciones de Violencia hacia las Mujeres y Comunidad LGBTTTIQ o en el pedido de justicia – aprobados por el Consejo Superior- en los casos de Zulma Malvar y Liseth Carrasco y el acompañamiento a la comunidad de Puerto San Julián en la movilización, con el Rector de la UNPA, Ing. Hugo Rojas, a la cabeza.

Acciones que parecen disociadas, pero no lo están.

Y fue el propio Rector el que le dio el encuadre institucional a este homenaje a las Enfermeras de Malvinas – representadas por la instrumentadora quirúrgica Silvia Barrera en una breve pero emotiva comunicación telefónica- luego del agradecimiento a las autoridades de la sede por “por poner a disposición de la comunidad universitaria y de la sociedad en general un espacio de integración a través del conocimiento, el arte y la cultura”.

Rojas resaltó “el buen criterio en la imposición del nombre, que refleja en su denominación a una de las más nobles profesiones” - formación de larga trayectoria en tres de las cuatro sedes de la UNPA- y se combina “con un territorio irredento, que por derecho, historia, integración geográfica, pacíficamente un día, la hermanita perdida volverá a casa”.

“Una denominación que no reúne dos significados en forma disyunta, sino que adquiere un nuevo sentido en la conjunción de esas dos potentes palabras para nuestra vida académica, para la salud de la población y para nuestro ser nacional”, acotó.

En este contexto, el Rector de la universidad consideró que 'Enfermeras de Malvinas' “significa profesionales de la salud y del cuidado en terreno y contexto extremos, pero por sobre ello condensa la historia de la lucha por la igualdad de género y contra las violencias contra la mujer y contra las identidades con disidencia sexo-genérica” y trazó un paralelismo con “las mujeres de hoy que alzan su voz, paran y accionan por la erradicación de una cultura machista y de su modo de dominación instrumentado por la violencia”.

“Enfermeras de Malvinas expone crudamente ese modelo de dominación basado en la fuerza, bajo su peor forma de presentación: cuando la fuerza está armada”, sentenció.

En un plano fáctico y discursivo en el que se evidencia que “en el paradigma de la dominación de un género sobre los otros, lo personal en realidad es político”, Rojas manifestó que la imposición de este nombre al nuevo auditorio del Campus Universitario capitalino “expone el camino a transitar para la erradicación de ese patrón de enseñoreo, que es un trayecto que se recorre en sentido inverso, yendo de lo público, de lo político, a lo individual, a lo personal”.

En tal sentido, remarcó que “ante la imposición de la invisibilización las enfermeras respondieron visibilizándose, ante el ocultamiento se mostraron, ante las amenazas mostraron tener ese mismo valor, esa misma fuerza y ese mismo coraje, que hizo que tres de ellas fueran incluidas en el anuario editado en el año del Bicentenario por el Estado Mayor del Ejército y la Sociedad Militar, una edición que reunió a 200 soldados destacados de toda la historia militar del país”

“Cuando el patrón cultural de dominación impone seguir reduciendo las situaciones y sus consecuencias al silencio, al ocultamiento, y a su emergencia sólo en el ámbito privado y personal, la respuesta debe darse proyectándose al espacio público, para que desde ese espacio se tomen las decisiones y se definan las políticas que permitan revertir el modelo”, expresó finalmente el Rector de la UNPA.