Tiene 67 años, fue condenado por narcotráfico y ahora cumplirá prisión domiciliaria en Río Gallegos

En el año 2017, Crespi y otras cuatro personas fueron condenadas por intentar ingresar -un año antes- más de 15 kilogramos de cocaína a Río Grande. Crespi era la “cabeza” de la banda delictiva y financista para obtener la sustancia, por lo que recibió la pena de ocho años de prisión de cumplimiento efectivo.

El doctor del Servicio Penitenciario Federal lo evaluó e indicó que el hombre es factor de riesgo, ya que si bien padece diabetes, se encuentra compensado y pertenece al grupo vulnerable según los criterios establecidos para la clasificación de riesgo en los términos de “Alerta Epidemiológica del coronavirus COVID-19”.

El pasado 28 de febrero de este año el Tribunal había rechazado un pedido al arresto domiciliario. En virtud de la pandemia, Crespi ahora podrá residir en Río Gallegos con un familiar, más precisamente en el barrio 60 Viviendas de la capital provincial.

El hecho, que data del mes de agosto del 2016, terminó con la detención de cinco personas que fueron condenadas por la Justicia Federal.

Las autoridades del Tribunal Oral Federal encontraron al comerciante Juan Pablo Crespi responsable del delito de “organización y financiación del comercio de sustancias estupefacientes y contrabando de sustancias estupefacientes”, a la vez que encontraron pruebas suficientes para comprobar que era el líder de la banda delictiva, por lo que recibió la pena más alta; 8 años de prisión efectiva.

Por su parte, los restantes consortes de causa, Maximiliano Benítez y Andrés Fernández fueron condenados a 4 años de prisión también por tráfico de estupefacientes. Asimismo, el Tribunal emitió veredicto contra Amelia Torres, que fue le encargada de ingresar la cocaína a Tierra del Fuego. (El Surenio)