El Tatengue salvó una vida, el viernes la responsabilidad es Celeste, Hispano 68-Unión 73

Por Mariano Tagliotti

Errores propios (la mayoría no forzados, 13 pérdidas Celestes por 8 Tatengues), un toque más de intensidad (los visitantes ganaron el duelo por el rebote 42 a 35) y también un cierre donde pesó la responsabilidad, hicieron imposible cerrar la historia la noche del miércoles 5 de mayo en el Juan Bautista Rocha (colmado a más no poder, con ‘’celebrities por doquier’’ y una ejemplar actitud del público). Ahora todo pasa para el viernes, en donde la responsabilidad la tiene el local y el visitante va por la hazaña de empatar el duelo. Todo está por verse en una Serie con poca piedad por enfermos cardíacos.

El plan de Ponce (técnico visitante) fue clarísimo: había que detener la sangría de puntos de Marcos Saglietti si se quería competir. Y si se quería ganar. 3 puntos hizo el sunchalense, defendido de manera excepcional por Jaime, Godoy y Maciel. También, de yapa, bajar ostensiblemente los números anotadores de Moss (se quedó en 10).El partido transcurrió con mucha paridad más allá de que Hispano salió al parquet más ‘’despierto’’. Es más, llegados al meridiano del último parcial, parecía que la historia se tenía definitivamente de Celeste. La salida de Hure, otra vez, mejoró a Unión, que remontó ante el asombro de más de 2000 presentes a metros de la Laguna María la Gorda.

Ni siquiera era un final digno de competencia para lo que fue la Liga Nacional 2021-2022 para los de Calle Alberdi. Si se salva, va a ser sufriendo, como sufrió todo el año. Hispano no se siente cómodo en la buena, está acostumbrado a remar, a la difícil, y ahora que vuelve a tener toda la presión, va a dar su mejor versión. Da la impresión que ante tantas ‘’buenas’’ seguidas, Hispano se auto desconoció; ahora está otra vez en su salsa, al límite y al borde del abismo. Allí, durante toda la temporada, sacó la cara y dijo ‘’aquí estoy’’.

DE CARA AL VIERNES

¿Hay soldados a recuperar’, la respuesta es sí. Peralta entró muy bien, súper intenso y rebotero. El que está apagado es el ‘’yorugua’’ Ducasse, ahí vendría bien un buen café, limpiar emociones y al ruedo. Los dos están frescos. Fernández y Reyes son un sostén de piernas y actitud fundamental.

Fuimos claros en marcar que Cylla (un obrero especializado, el extranjero más barato de la competencia, que metió un volcadón de otro planeta) y Everett (no hay quien lo detenga en el uno vs. uno) podían llegar a ser un problema, y LO FUERON. Además, en una pierna, JAIME  JUGÓ COMO HINCHA Y DEJÓ DESTELLOS DE ENORME JUGADOR. Ese trípode dejó con vida a un enfermo con respirador.

DETALLES

Hablemos de doble vara: Andrés Jaime se cansó de insultar a la cara a los jueces, durante y post partido. Sanción? Nada. Absolutamente nada.

Remarquemos que Fuller está jugando con la cara herida y el ojo comprometido, producto de un foul brutal de Iván Basualdo que ni siquiera se cobró foul…en la húmeda Santa Fe.

Lo que puede dejar con esperanzas a los locales, es saber que el partido se perdió por cuestiones que son mejorables, y que no tiene que ver con lo que presentó Unión, más allá de cuatro jugadores convencidos de vender cara la categoría (BASUALDO y sus mil cortinas en movimiento, Jaime, Cylla, Everett). Hispano lo perdió más que Unión lo ganó, y eso es lo más rescatable entre la resaca de la derrota, de la que hay que recuperarse rápido, sin estridencias y con sosiego.

No nos saltemos que la tranquilidad de la noche de Río Gallegos, donde como debe ser no se aprieta a kinesiólogos ni se amenaza con la barra, hace que Unión encuentra la comodidad en el Barrio Newbery que no brinda en el Malvicino.

Unión tiró de cancha 74 tiros en la noche del tercer punto. Hispano 53. Sí, leyó bien. La primacía en el rebote y la gran cantidad de pérdidas celestes hizo que los unionistas intenten mucho más, con peores porcentajes, pero así y todo les alcanzó. Dominar el rebote y bajar las pérdidas, la tarea para el viernes.

En los detalles, en situaciones puntuales, va a estar la diferencia a favor entre dos equipos muy parejos, llenos de urgencias y necesidades. Ni más ni menos.

Phil Jackson, el inolvidable Coach de Bulls y Lakers que ganó once anillos en la NBA, decía que ‘’ En mi equipo no tengo a las mejores individualidades, tengo a los jugadores que mejor saben jugar en conjunto’’, y de eso se va a tratar para obtener la supremacía deseada en la noche del viernes; lograr que el conjunto supere las adversidades planteadas, jugando en equipo. Como se hizo de visitante.